Nos roban la tierra. Defendámosla.

Patagonia chilena y argentina.
El 23 agosto de 2002, Rosa Nahuelquir, después de perder su trabajo por la crisis, y su
marido Atilio Curiñanco, decidieron recuperar una parcela en Leleque, al norte de Esquel
(Chubut), que durante generaciones había pertenecido a la familia de Atilio. No
sospechaban a quién tendrían que enfrentar para alcanzar su sueño: nada menos que al
gigante textil y del buen rollo multicultural Benetton.
Tampoco sospechaban que el conflicto con la empresa italiana se convertiría en un
referente de la lucha de los pueblos originarios por la tierra y que estimularía cientos de
nuevas recuperaciones.
Mucho menos imaginaban que al rastrear el origen de la supuesta propiedad de Benetton
sobre esas tierras quedaría desenterrado uno de los mayores escándalos de corrupción de
la historia argentina.
En 1896, 12 años después de que finalizara la Conquista del Desierto, el presidente
argentino José Evaristo Uriburu donó 900.000 hectáreas a diez ciudadanos ingleses. Poco
después, estos personajes anónimos traspasaron sus estancias a la Argentinean Southern
Land Company Ltd, una “empresa fantasma creada con el único propósito de recibir la
donación de esas tierras”, precisa Gustavo Macayo, el primer abogado del matrimonio
mapuche.
Esta donación, que violaba toda la legislación de la época, se realizó en secreto y así se
mantuvo durante más de cien años. “Una de las teorías más sólidas es que esa donación
fue en pago o en recompensa por las armas automáticas inglesas que se usaron en la
Conquista del Desierto”.
http://cronicasdelestallido.net/los-mapuche-en-argentina-la-revancha-de-la-gente-de-la-tierra

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