I BORRADOR:MANIFIESTO DE LA ASAMBLEA POPULAR DE COSLADA

Aquí el borrador que se presentó el 2 de Julio en la Asamblea, para que puedas leerlo y valorarlo. Envíanos tus mejoras para el texto por correo electrónico a comunicacion.asamblea.coslada@gmail.com o de forma presencial en la próxima asamblea de Comunicación que tendrá lugar el próximo miércoles 6 de julio a las 20 hrs. Intentaremos llegar a consenso el próximo 9 de julio

I BORRADOR MANIFIESTO

Desde hace tiempo se aprecia un hedor a descontento en cada esquina, pero ha llegado la hora de despertar. A raíz de los hechos acaecidos en Sol, los ciudadanos y ciudadanas de Coslada, de muy diversas generaciones, nos hemos dado cuenta de que protestar desde el sofá de nuestra casa no hace más que fomentar aquello que cada día nos hace fruncir más el ceño. Por ello, hemos decidido que si lo establecido no nos representa ni nos hace felices, objetivo máximo en la vida del ser humano, es el momento de buscar nuevos mecanismos donde se tengan en cuenta nuestras inquietudes y se guíe la acción por aquellos que realmente saben lo que necesitamos: la voz del pueblo, tú voz.

Tenemos por delante el objetivo a largo plazo de construir una nueva mentalidad y una nueva realidad social, económica y política donde todos, con independencia de nuestras diferencias, seamos capaces de tener voz y, en definitiva, de poder vivir (no de sobrevivir) con unos mínimos comunes que nos ayuden a encontrar el bienestar a todos. Hablamos de un libro del que apenas estamos escribiendo el prólogo, para lo cual vemos como punto de partida imprescindible aprender a pensar por nosotros mismos, ser capaces de comprender lo que sucede en nuestro entorno y poder tomar parte en él para encontrar soluciones que objetivamente representen al pueblo.

No podemos esperar que nadie realice este trabajo por nosotros porque caemos, de nuevo, en un sistema donde las decisiones las toman unos pocos que no pueden tener en cuenta a todo el mundo y, al final, acaban regidos por presiones o intereses que no solo no favorecen al pueblo, sino que lo oprimen. Queremos llevar a cabo una revolución basada en la palabra y el pensamiento porque es lo único que realmente nos hace libres. Por ello, mantenemos que debemos defender varios pilares:

– Cambiar las prioridades de la sociedad instaurando por encima del capital al ser humano. En la actualidad el capital es la finalidad y el ser humano el mecanismo para conseguirlo, generando en muchos casos abusos de poder, desempleo, desconfianza e infelicidad en general. El modelo actual está obsoleto y bloquea la grandeza de la sociedad en una espiral que enriquece a unos pocos y sume en la pobreza y escasez al resto, primero en pequeñas dosis hasta llegar a la situación actual donde ya se empieza a hablar de colapso.

– Fomentar el acceso a la cultura y la comprensión de la realidad social y económica de nuestro entorno para ser críticos con ella y establecer, entre todos, alternativas viables que tengan en cuenta a todas las partes y que fomenten la igualdad, el progreso, la solidaridad, la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.

– Buscar que los derechos del ser humano necesarios en la sociedad moderna sean el pilar que sostenga nuestra labor (derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, etc.).

 

– Conseguir que el gobierno sea del pueblo rindiendo tributo a lo que en origen es la palabra democracia (‘demos’= pueblo, ‘cracia’= gobierno). Esto implica hacer al pueblo partícipe de la vida social, cultural y política, siendo ellos quienes puedan valorar las propuestas y tomar las decisiones, para lo cual se hace imprescindible la responsabilidad y la educación de cada individuo. Hemos visto que el poder de unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, por lo que es el momento de cambiar esta situación paso a paso y ser conscientes de que actualmente una mayoría enriquece a una minoría; ni siquiera nos tiene en cuenta, pero que sin nosotros no serían nada.

Basta de palabras en un sofá y de indignación en las esquinas, demostremos que otro mundo es posible y empecemos a trabajar juntos por el bien común.

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